. Diccionario enciclopedico hispano-americano de literatura, siencias y artes. Edicion profusamente ilustrada con miles de pequeños grabados intercalados en el texto y tirados aparte, que reproducen las diferentes especies de los reinos animal, vegetal y mineral; los intrumentos y aparatos aplicados recidentemente á las ciencias, agricoltura, artes é industrias; planos de ciudades; mapas geográficos; monedas y medallas de todos los tiempos, etc., etc. S al lado del gran Epaminoñdas. Pereció asino-sinado por tolemeo Alorites. - Alejandro III el magno: Biog. Rey de ma-cedonia. N. it

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. Diccionario enciclopedico hispano-americano de literatura, siencias y artes. Edicion profusamente ilustrada con miles de pequeños grabados intercalados en el texto y tirados aparte, que reproducen las las diferentes especies de los reinos animal, vegetal y mineral; los intrumentos y aparatos aplicados recientemente á las ciencias, agricultura, artes é industrias; planos de de ciudades; mapas geográficos; monedas y medallas de todos los tiempos, etc., etc., etc . s al lado del gran Epaminoñdas. Pereció ase-sinado por Ptolemeo Alorites. - Alejandro III el magno: Biog. Rey de Ma-cedonia. N. en Pella el primer año de la Olimpia-da 106, que corresponde al 365 antes de J. O Hijode Filipo y de Olimpias, vino al mundo el mismodía en que Erostrato quemó el templo de Dianaen Efeso. Su madre creyó ver durante el sueño, la víspera de su casamien-to, un lavo que, cayendo produjo vorazincendio, que dividido des- en muchas llamas, se disipó inmediatamente: ¡- la suerte que esperaba á Alejandro y sus conquistas. Creía nder de I [érenles pornos y ib- Aquiles porsu madre. Sus grandes ojosbrillaban con limpidez ex-naria u cara erablanca en extremo; la na-riz aguileña, «-llcza tísica que tanto halagaba á riegos. Siendo aun niño se habituó á la ge-. Alejandro (busto enbronce. I Museo bri-tánico. ALEJ nerosidad con los dioses y aprovechó las leccio nes de su primer maestro Leónidas, pariente desu madre, y de su otro preceptor Lisímaco deAearnauia. llaeíasele insoportable que se escati-mase el incienso en las ceremonias religiosas.«Esperad, le respondió Leónidas, para hacer ta-les ofrendas al día en que poseáis la tierra dedondevieneel incienso.» Lisímaco le aficionó álos héroes de Homero, siendo de todos Aquiles elque más le atraía. A los 13 años tuvo por maes-tro á Aristóteles, que escribió para su discípuloun libro sobre el arte de gobernar, que no hallegado á nosotros, y revisó el texto de la Biada, el libro favorito de Alejandro desde e

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